En los últimos años, los parques industriales en México han experimentado un crecimiento histórico que ha transformado el panorama del desarrollo industrial en el país. Este aumento ha sido impulsado por factores globales y locales que han fortalecido su posición como un destino clave para la inversión.

El Aumento de la Absorción Neta: Un Salto Cuantitativo

En 2019, antes del impacto de la pandemia de COVID-19, la absorción neta de parques industriales en México – que se refiere a los millones de metros cuadrados ocupados por empresas – era de 2 millones de m². Cuatro años después, en 2023, esa cifra casi se triplicó, alcanzando los 5 millones de m². Este crecimiento refleja la creciente demanda de infraestructura industrial en el país y subraya la relevancia estratégica de México dentro de las cadenas globales de suministro.

Factores Clave: Pandemia y Guerra Comercial

Dos eventos globales han sido fundamentales en este auge industrial: la pandemia y la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

La pandemia alteró las dinámicas de producción y suministro en todo el mundo, lo que obligó a muchas empresas a reconsiderar la ubicación de sus operaciones. En este contexto, México surgió como una opción atractiva debido a su cercanía con el mercado norteamericano, su mano de obra competitiva y su infraestructura industrial en crecimiento.

Por otro lado, la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China ha provocado que muchas empresas busquen alternativas más cercanas para sus centros de producción. Esto ha favorecido la relocalización de operaciones desde Asia hacia Norteamérica, una tendencia conocida como "nearshoring". México, con su proximidad geográfica, acuerdos comerciales robustos y una economía diversificada, ha sido un gran beneficiario de este cambio.

Estados Líderes en Desarrollo Industrial

El crecimiento de los parques industriales se ha concentrado en estados clave como Nuevo León, Baja California, Estado de México, Chihuahua y Guanajuato, que representan los cinco principales polos industriales del país. Estas regiones cuentan con ventajas competitivas en términos de infraestructura, conectividad, y una fuerza laboral altamente capacitada, lo que las convierte en destinos atractivos para las empresas nacionales e internacionales.

Nuevo León: El Motor Industrial del Norte

Nuevo León, con su capital Monterrey, es una de las entidades más dinámicas en cuanto a la industria y manufactura. Su cercanía con la frontera estadounidense y su sólida base de infraestructura han consolidado a esta región como uno de los principales receptores de inversión industrial.

Baja California: La Puerta al Pacífico

Baja California, por su parte, tiene una ubicación privilegiada que le permite conectar tanto con el mercado norteamericano como con Asia. Esto lo convierte en un lugar estratégico para empresas enfocadas en exportación y manufactura avanzada.

Estado de México: El Corazón del País

El Estado de México, con su proximidad a la Ciudad de México y su extensa red de comunicaciones, es otro punto neurálgico para la expansión industrial. Su infraestructura de transporte facilita la distribución a nivel nacional e internacional.

Chihuahua y Guanajuato: Innovación y Manufactura

Chihuahua y Guanajuato han emergido como polos industriales importantes, especialmente en los sectores de manufactura avanzada, automotriz y tecnología. Ambos estados han visto un crecimiento sostenido en inversión extranjera directa, lo que ha contribuido a la expansión de sus parques industriales.

El auge de los parques industriales en México es un reflejo de su capacidad para adaptarse a los cambios en el entorno global y aprovechar las oportunidades que estos presentan. Con una infraestructura en expansión y una ubicación estratégica en las cadenas de suministro globales, México sigue consolidándose como un destino atractivo para la inversión industrial en Norteamérica.